lunes, 3 de marzo de 2014

TRABAJO SOBRE LOS COLISEOS por Severnio Flórez Montero









¿Qué sabes sobre el coliseo?
Eran anfiteatros con muchas localidades, que albergaban espectáculos a los cuales acudían la clase alta de la época había luchas de gladiadores, naumaquias…
 A casi todas acudía el emperador el cual tenía una localización privilegiada en el coliseo. 
¿Qué quiero saber?
Quiero saber más sobre los espectáculos que albergaba sobre todo las
v  Naumaquia:
     I.        Etimología de la palabra naumaquia
 IV.        ¿Cómo eran los barcos?
 XI.        Video ilustrativo



v  Venationes:
     I.        ¿Quién tuvo la idea y cuándo?
  III.        ¿Cuándo tenían lugar?
 VI.        Video ilustratuvo




WEBGRAFÍA:
v  Naumaquias:

·         Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Naumaquia
·         Wikcionario: http://es.wiktionary.org/wiki/naumaquia

v  Venationes:

·         Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Venatio



Naumaquias:

Ø  Etimología de la palabra naumaquia:


Del latín naumachĭa, y éste del griego antiguo ναυμαχία ("naumachía"), literalmente « combate naval »

Ø  ¿Quién tuvo la idea y cuándo?


La primera naumaquia conocida fue la ofrecida por Julio César al  pueblo de Roma en 46 a. C., durante la celebración de su cuádruple triunfo. Tras haber hecho construir una piscina cerca del Tíber, capaz de albergar auténticas birremes*, trirremes* y cuadrirremes* , la representación movilizó a 2.000 combatientes y 4.000 remeros, reclutados entre los prisioneros de guerra. En 2 a. C., durante la inauguración del templo de Marte Ultor, Augusto ofreció una naumaquia que tomó como modelo la celebrada por César. Como Augusto mismo recuerda en Res, hizo construir en la margen derecha del Tíber una piscina en la que se enfrentaron 3.000 hombres (sin contar los remeros), 30 navíos dotados de espolón y numerosas unidades más pequeñas.

 

Ø  ¿Eran habituales estos espectáculos?


Depende del periodo de Roma en el periodo de máximo esplendor con Julio César si eran habituales pero finalmente se dejaron de ofrecer.

Ø  ¿Cómo eran los barcos?


·         Birremes: Era una nave de guerra, evolución de la galera, inventada probablemente por los fenicios en el siglo VIII a. C. Su nombre deriva de las dos hileras de remeros que había a cada costado del barco.
·         Trirremes: Era una nave de guerra inventada hacia el siglo VII a. C. Desarrollado a partir del pentecóntero, era más corto que su predecesor, un barco con una vela, que contaba con tres bancos de remeros superpuestos a distinto nivel en cada flanco.
·         Cuadrirremes: Fue un buque de guerra de la Antigüedad, propulsado a remo.

Ø  ¿Cómo llenaban los anfiteatros de agua?


El método empleado para la inundación del recinto motiva numerosos interrogantes. Efectivamente un anfiteatro no estaba destinado específicamente a la celebración de espectáculos acuáticos y debía seguir disponible para las cacerías y los combates de gladiadores. La rápida alternancia entre espectáculos terrestres y acuáticos parece haber sido la principal atracción de esta innovación. Dión Casio la subraya a propósito de las naumaquias ofrecidas por Nerón (LXI, 9, 5) y Marcial en relación con las que Tito llevó a cabo en el Coliseo (Libro de Espectáculos, XXIV). El solo estudio de las fuentes escritas no aporta ninguna información acerca de cómo se llevaba a cabo en la práctica esta inundación.
La arqueología se topa con el obstáculo de la profunda transformación del subsuelo del Coliseo (la construcción de numerosos túneles y mazmorras bajo la arena del Coliseo, lo que se conoce como el hipogeo) y sólo dos edificios de las provincias, los de Verona y Mérida, pueden aportar algunos elementos de información de carácter técnico.
El foso central del anfiteatro de Verona era de una profundidad muy inferior a la de las habitaciones auxiliares construidas bajo la arena. Podría tratarse de una piscina. Estaba dotado de dos conductos axiales. Uno de ellos circulaba directamente bajo la galería oeste de la arena y, puesto que carecía de comunicación con los canales de evacuación de las aguas pluviales, debía de estar conectado a un acueducto que alimentaba la piscina. El conducto este, que circulaba a mayor profundidad, debía estar destinado a evacuar las aguas hasta el Adige. La arena del anfiteatro de Mérida revela un foso todavía menos profundo que el de Verona, 1,5 m. Esto descarta completamente la idea de que se tratara de una habitación de servicio subterránea, puesto que su altura es inferior a la de un hombre de pie. Esta piscina estaría provista de escaleras y de un revestimiento estanco análogo al de las piscinas de las termas. También tenía dos conductos axiales. El del lado oeste debía estar conectado a un acueducto que pasaba cerca del edificio (el acueducto San Lázaro).
Las dimensiones de estas dos piscinas no permitirían la celebración de naumaquias, ni siquiera en su versión simplificada: la de Mérida mide 18,55 x 3,70 m. Tan sólo podrían ofrecerse espectáculos acuáticos más modestos. En consecuencia, aun suponiendo que el Coliseo hubiese dispuesto de una piscina análoga antes de las obras de remodelación, habría que suponer que para representar las naumaquias se haría desbordar ligeramente la piscina a fin de dar la impresión de una capa de agua que cubría toda la superficie de la arena que rodeaba los dos barcos.

Ø  ¿Qué hacían con todo el agua después del espectáculo?


El agua que quedaba servía, luego, para regar los jardines del barrio Transtiberino. Si estás en Roma, subí la colina del Janículo (a la que llaman “octava colina”) y debajo del monasterio de San Cosimato podrás ver los restos de este sistema de provisión de agua.

 

Ø  ¿Cómo hacían entrar los barcos en los anfiteatros?


Existen dos versiones una que dice que los barcos eran construidos dentro del anfiteatro y otra que los hacían pasar por la puerta principal pero las dos sostienen que la inundación era posterior al adentrar los barcos

Ø  ¿A quienes seleccionaban para combatir en las naumaquias?


Personas unas 20.000(cuando hablamos de las inmensas piscinas como la construida por Julio Cesar) o 3.000(cuando hablamos de anfiteatros), condenados a muerte casi todos ellos y que a diferencia de los combates de gladiadores que solían enfrentar a estos de uno en uno, se componían de dos auténticas flotas de combate que peleaban a muerte durante horas.

Ø  ¿Cómo hacían frente a tan elevadas sumas de capital?


Esta clase de espectáculo que manifestaba con exuberancia la juventud de un imperio todavía lleno de recursos, tuvo una existencia breve: más allá del siglo I no hallamos ninguna referencia al mismo. Tampoco revestía el carácter de periodicidad propio de los munera. ¿Cómo hubiera podido ser de otra manera, si tenemos en cuenta los gastos enormes que representaba? No se trataba únicamente de disponer de las sumas que exigían una organización compleja, la construcción y el equipo de una flota, la dilapidación de un capital humano en el sentido estricto de la palabra, puesto que en aquella economía esclavista los hombres tenían su precio: la misma agua destinada a engullir todas estas riquezas costaba una auténtica fortuna, puesto que el mar era demasiado incómodo, y las bahías quedaban demasiado lejanas, para ser utilizados en dichas diversiones.

Ø  ¿Cuándo y por qué se dejaron de celebrar las naumaquias?


Después de la época de los Flavios, las naumaquias desaparecen de los textos casi por completo. Excluyendo una mención en la Historia Augusta, una fuente tardía y poco fiable, sólo leemos acerca de otra naumaquia en el Calendario de Fastos de Ostia, gracias al cual sabemos que Trajano inauguró en 109 una naumaquia destinada a la celebración de combates navales. Esta edificación fue localizada en el siglo XVIII en una planicie del Vaticano, detrás del Castillo Sant'Angelo. Excavaciones posteriores han permitido completar un plano del recinto. Estaba dotada de graderíos y su superficie, si se admite una proporción razonable entre su longitud y su anchura, vendría a suponer 1/6 de la de la naumaquia de Augusto. Sin ninguna referencia escrita al respecto, cabría suponer que sólo fue utilizada durante el gobierno de Trajano.
Sin embargo, si se creen ciertas fuentes del Bajo Imperio y la persistencia en la zona del monumento del topónimo "naumaquia" o "dalmaquia" durante la Edad Media, es probable que el edificio siguiera en pie en el siglo V. Por otra parte, la existencia de una gradería a su alrededor hace suponer que la representación de los espectáculos tenía cierta regularidad. Considerando que, según los Fastos de Ostia, el espectáculo inaugural del recinto involucró a 127 parejas de gladiadores, puede pensarse que al igual que ocurre con el anfiteatro, el carácter más reducido del espacio disponible en la piscina de Trajano llevó a simplificar el decorado naval, basándose la espectacularidad del evento en la calidad de los combates singulares, librados en este caso por auténticos gladiadores y no por una masa de prisioneros sin preparación. Bajo esta forma, y disponiendo de un lugar de celebración específico, la naumaquia pudo subsistir varios siglos sin que las fuentes que nos han trasladado los espectáculos de la época, ya de por sí menos numerosas desde la época de los Antoninos, la consideraran digna de mención, puesto que ya habían perdido su carácter excepcional e impresionante.
En las provincias, la influencia de las naumaquias romanas es perceptible esencialmente a través de algunas justas náuticas locales, completamente inofensivas. Una competición de nombre "naumaciva" surge a partir de la época flavia en los concursos disputados por los efebos atenienses durante las Panateneas. Vino a reemplazar a las regatas que se celebraban con anterioridad como preludio a estas celebraciones. Si se cree a Ausonio (Moselle, 200-2,29), la juventud de los alrededores también celebraba una naumaquia en el río Mosela.

Ø  Video ilustrativo:



venationes:

Ø  ¿Quién tuvo la idea y cuándo?


Fueron introducidos oficialmente en Roma por Fulvio Nobilior con motivo de la victoria romana sobre los etolios (186 a.C.).,4 pero ya se habían popularizado a partir de la batalla de Zama (202 a.C.), ocasión propicia para la captura de fieras africanas. Las venationes eran protagonizadas por un grupo especial de luchadores llamados uenatores o bestiarii

 

Ø  ¿Había distintos tipos de venationes?


  • Simples exhibiciones: en las que fieras domesticadas ejecutaban cosas insólitas: panteras arrastrando dócilmente un carro, leones que depositaban liebres en el suelo sin hacerles daño, tigres lamiendo la mano del domador, elefantes arrodillados ante el palco del emperador.
  • Duelo a muerte entre bestias feroces: A menudo, se hostigaba la natural ferocidad de las bestias atándolas por parejas, lanzándoles muñecos de tela roja o azuzándolas con fuego o pinchos.
  • Venación o cacería: Participaban bestiarios (bestiarii) y cazadores (venatores). Los bestiarios disfrutaban de una consideración social similar a la de los gladiadores e iban armados con cuchillo o venablo; los cazadores gozaban de una posición superior. Solían proceder de África y practicaban en la arena las artes cinegéticas de su país de origen.
  • Condenados a las bestias: (damnatio ad bestias). Eran personas que debían purgar sus culpas pereciendo en la arena entre las garras de las fieras. Inermes, eran empujadas hacia los animales por ayudantes que les enfurecían con muñecos, trapos, pinchos, etc. El origen de tal castigo pudo ser cartaginés. Se aplicó a los cristianos durante las persecuciones.

Ø  ¿Cuándo tenían lugar?


Estos espectáculos, tenían lugar por la mañana, dentro de los ludi matutini (“a partir del alba”, según Suetonio), en unas horas que el romano dedica a desarrollar sus actividades y eran un aperitivo de lo que solían ser los juegos gladiatorios, por lo que eran considerados inferiores a estos.

Ø  ¿Cómo eran los animales que seleccionaban para los venationes?


Procedían de todos los confines del imperio, enviándose por tierra o por mar con ayuda de los gobernadores provinciales. Muchos de ellos eran capturados en las extensas haciendas de ciudadanos romanos afincados en Asia y África. Las bestias africanas fueron consideradas elementos necesarios en los espectáculos y uenationes del anfiteatro. Columela narra que un tío suyo, Marcos Columela, admirado del colorido de un lote de carneros africanos que unos munerarii habían traído a Gades, los compró para emparejarlos con sus ovejas de lana fina. Los carneros adquiridos por el tío de Columela estaban destinados originalmente al anfiteatro, y a tenor del relato parece indicar que Gades era un lugar especializado en la importación y distribución de fieras africanas, lo que no resultaría impropio considerando el papel de la vieja colonia fenicia en la explotación de los recursos naturales de África y los vínculos humanos, culturales y legales existentes entre ambas orillas del Estrecho de Gibraltar

Ø  ¿Cómo era el comercio de animales?


Como estos espectáculos venatorios no se celebraban solamente en Roma, sino en todas las grandes y pequeñas ciudades, para poder reunir las fieras necesarias había que organizar constantemente cacerías a gran escala; unas veces, las fieras eran suministradas directamente a los organizadores de las fiestas, y otras veces a los comerciantes que se dedicaban a comprarlas y a venderlas. El coste de la uenatio estaría en relación con el valor de las fieras compradas para el espectáculo, pues no era lo mismo traer leones desde África (más caros, debido a los altos costos de su transporte)que comprar osos, jabalíes o toros a los cazadores de la comarca. Además, el largo viaje determinaba que muchos animales llegasen moribundos. En cuanto a posibles proveedores de fieras para un anfiteatro tenemos a un circumgestator de Carthago Nova y un possessor leopardorum que mercadeaba por el Guadalquivir. Aunque estas profesiones son de dudosa interpretación.

Ø  Video ilustrativo


Ø  ¿En qué países se celebraba?



Ø  Los trabajadores en los venationes


El principal trabajo en los venationes era el comercio de las fieras

Ø  ¿Cómo era considerado el comercio o los comerciantes?


Se despreciaba el comercio “atribuyéndole al comerciante todos los vicios imaginables: es un desarraigado, solo actúa por avaricia, lleva dentro el germen de todos los males, engendra el lujo, la molicie, y falsea la naturaleza, porque se dirige hacia mundos lejanos de los que nos separa la barrera natural de los mares y trae de allí productos que la naturaleza no quiso hacer crecer entre nosotros”.
Se afirma que esta idea asociada al desprecio del comercio la podemos encontrar en varias culturas distintas. Por eso, ser rico significaba no tanto tener dinero como ser dueño de tierra, como una forma de rechazar al advenedizo e impulsarlo hacia el agro. Por eso también, un heredero, un individuo rico y terrateniente, no era considerado comerciante por más que se dedicase al comercio, lo importante era no haber comenzado por tal actividad. De la misma manera, eran considerados pobres todos aquellos que no poseían una fortuna personal, un patrimonio, por más que  fuesen clientes o músicos o gramáticos. El hombre libre era aquel hombre que poseía el patrimonio suficiente como para no trabajar, es decir, para dedicarse al ocio.




























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