Comparativa
familia clásica y actual
En Atenas, la mujer
no tenía ningún derecho y ahora lo tiene. La mujer siempre se ha encargado del
hogar pero con el paso del tiempo esto ha cambiado, y ahora las mujeres pueden
trabajar. En Grecia los hombres tenían todo el poder en la familia hoy en día
esto no es así, las mujeres tienen los mismos derechos y obligaciones que los
hombres.
En Grecia era
necesario un hijo varón para no perder todas las posesiones del padre porque la
madre no podía ser dueña de nada al contrario de hoy en día. Ahora da igual si
es hombre o mujer porque somos iguales en todos los aspectos éticos y morales. En Grecia solo
podían acudir a la batalla los hombres, pero esto ha cambiado, las mujeres si lo
desean también pueden ir.
En conclusión, los
derechos de las mujeres han evolucionado, todos somos iguales ante la ley y
ante Dios.
Jaime
Mora Rus
Calendario
griego
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Los meses
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El
comienzo del año
Para los griegos, el comienzo del
año se sitúa en verano, tomando como referencia los ciclos lunares. Esto
provocó una descompensación en el total del ciclo anual, dado que los ciclos
lunares son de 28 días aproximadamente, de manera que no había coincidencia
con el año solar.
Para compensar la diferencia entre
el ciclo lunar y el ciclo solar, cada tres años era necesario añadir un mes
más, de manera que cada tres años los griegos tenían un año de 384 días. El
mes adicional no tenía un nombre específico, sino que se le llamaba igual que
el inmediatamente anterior. Parece, aunque no es seguro, que el mes que se
repetía era el mes de Poseidón.
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El
nombre y la estructura de los meses
El nombre de los meses está
relacionado con fiestas religiosas, las cuales, por lo general, estaban a su
vez ligadas con ciclos agrícolas.
Determinados días del mes, con
carácter fijo, estaban dedicados a determinadas divinidades o entidades
cósmicas:
Día 1: día de la luna nueva,
llamado noumenia o "nuevo mes".
Día 2: dedicado a la divinidad
Agathos (la Bondad).
Día 3: aniversario de Atenea.
Día 4: día de Afrodita y Eros,
Heracles y Hermes.
Día 6: aniversario de Ártemis.
Día 7: aniversario de Apolo.
El último día del mes se llama hena
kai nea, que quiere decir "viejo y nuevo", para indicar el final de
un mes y el principio del otro.
Esto significa, en conclusión, que
todos los meses tenían un inicio similar, independientemente de que en el
cuerpo de dicho mes se celebraran festividades específicas y concretas del
mismo.
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El
calendario administrativo
El calendario que se ha indicado
anteriormente es el calendario "natural" utilizado por los
atenienses de la época clásica. Sin embargo, la instauración del régimen
democrático, y el hecho de que la población fue distribuida en grupos
tribales de 10 -sistema decimal- obligó a que el calendario
"administrativo" no coincidiera con el natural.
El año, administrativa y
judicialmente hablando, se dividió en 10 partes, de manera que el mes
administrativo era más largo que el mes natural: meses de 36/37 días.
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Calendario
romano
Introducción:
El hombre de nuestro mundo
occidental está tan acostumbrado a servirse de los adelantos del progreso, que
ni siquiera suele tener conciencia de su importancia. Las generaciones jóvenes,
eminentemente urbanas, han vivido ya en su mayoría sin contacto con la
naturaleza y desconocen la mayor parte de sus aspectos: difícilmente lograrían
sobrevivir y acomodarse en un ambiente que careciera de los elementos del
desarrollo tecnológico.
Una constante en que vivimos inmersos y de cuya importancia quizá no seamos
conscientes es el "control del tiempo". Hemos llegado en él hasta extremos
tan absorbentes que prácticamente no hay individuo joven o adulto de nuestro
mundo occidental que no lleve sujeto en su muñeca un aparato para controlar el
tiempo en sus elementos más diminutos: segundos, minutos, horas. Nos regulamos
por el RELOJ. Y lo encontramos tan natural: es un signo del progreso.
No siempre fue así. El ser capaces de llevar cuenta fiel del tiempo y tener una
previsión de su pasos sucesivos ha sido un problema que los diversos pueblos
han tardado siglos o milenios en resolver. Y no para llegar a la minuciosa
exactitud de hoy día, sino simplemente para poder fechar los acontecimientos
dignos de ser recordados, para prever los cambios climáticos y sus estaciones,
las etapas de las cosechas, la mayor o menor duración de los días y las noches
y otros múltiples factores que forman parte de nuestro sistema de vida.
Es tal la importancia que atribuimos al tiempo, que prácticamente no somos
capaces de expresar una actividad sin situarla en el tiempo: nuestros verbos
han de expresarse necesariamente en TIEMPOS: presentes, pasados o futuros.
Una gran parte de nuestro sistema de medir el tiempo está determinada por lo
que llamamos "CALENDARIO". Y nuestro calendario, el de casi todo el
mundo, es el calendario romano. Sigue siendo el mismo que dejó establecido
Julio César en el año 46 antes de nuestra Era. Hace de ello más de dos mil años
y todavía sigue en vigor.
Pero en Roma el calendario no había sido así desde el principio. Durante mucho
tiempo estuvo en vigor un calendario lunar que tenía que ser ajustado
continuamente por los "pontífices" y éstos no siempre lo hacían bien.
Para poder regular de forma definitiva la duración del año y los meses, Julio
César encargó al astrónomo Sosígenes de Alejandría un estudio del problema y,
con sus indicaciones, estableció en el año 46 a.C. el calendario que aún
conservamos. El primer año con la cuenta actual fue el 45 a.C. Sólo ha sido
necesario hacer un ligero retoque a finales del siglo XVI.
CALENDARIO:
1.- El año y los meses:
-A Ñ O L U N A R:
-Originariamente
parece que fue de diez meses, de marzo a diciembre, con unos 304 días.
-A
partir de la reforma del rey Numa el año tendrá 355 días, con doce meses: se
añadieron enero y febrero como los dos últimos. Los meses tendrán 29 o 31 días
(febrero, 28) y cada dos años se añadirá un mes "intercalar". Lo
relacionado con el calendario queda en manos del colegio de los
"pontífices".
-Durante
la República la duración del año coincidirá con la de los cargos públicos. Por
ello, cuando en el año 153 a.C. se adelante en dos meses la toma de posesión de
los cónsules, el año comenzará a contarse desde enero. Esta medida se tomó para
que el ejército romano pudiera anticipar su venida a las interminables guerras
de Hispania. Desde entonces el año comienza en enero.
-A Ñ O S O L A R:
Para
evitar las irregularidades propiciadas por los pontífices, Julio César
establece el llamado "Calendario Juliano", que es el que seguimos
utilizando nosotros. El año alcanzará los 365 días. Para ello hubo que alargar
la duración de los meses de 29 días a 30 ó 31. Febrero seguirá con 28 días,
excepto una vez cada cuatro años, en que tendrá 29 (año bisiesto, con 366
días).
Con
este calendario la duración del año se adaptaba muy aproximadamente al "ciclo
solar", el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol
(365'2422 días).
///Como
el cálculo estaba hecho sobre un año de 365 días y 1/4, se produce un ligero
desfase de aproximadamente tres días cada 400 años. Esto se corrigió en 1.582:
es la llamada "Reforma Gregoriana", debida al papa Gregorio XIII. En
aquel año se saltó del 4 al 15 de octubre y, para evitar el desfase en lo
sucesivo, se descontarán 3 días cada 400 años: los años finales de siglo no se
harán bisiestos, a no ser que sean "siglos múltiplos de cuatro". (El
año 2.000 ha sido, por tanto, bisiesto).///
-M E S E S :
Se quedaron con la misma duración que tienen
en la actualidad; pero sus días no se contaban como lo hacemos ahora, sino
alrededor de tres "fechas fijas":
-"Calendas":
el día 1º de cada mes.
-"Nonas":
el día 5 de cada mes; excepto en marzo, mayo, julio y octubre (los meses que
desde antiguo habían tenido siempre 31 días), que eran el día 7.
-"Idus":
ocho días después, el día 13 (el 15 para mar.ma.jul.oc.).
Los demás días se contaban por su relación con
la siguiente "fecha fija". Por ejemplo: el día 6 de enero es el VIII
antes de los idus de enero.
Cada cuatro años al mes de febrero se le añadía un día más. Para ello se
duplicaba el día 24 - día VI antes de las calendas de Marzo - (Por eso, al
duplicarlo, era el "VI-bis" o "bis-sexto", de donde viene
el nombre de año "bisiesto").
LOS
MESES DEL AÑO
MARTIUS
Dedicado a Marte
APRILIS
De origen discutido, quizá por Afrodita
MAIUS
Por Maya (?), la madre de Mercurio
IUNIUS
Dedicado a Juno
QUINTILIS
Por ser el quinto mes. En el 44 a.C. se llamó IULIUS, en honor de Julio César
SEXTILIS
Sexto mes. En el 8 a.C. se cambió por AUGUSTUS, en honor de Augusto
SEPTEMBER
Séptimo mes
OCTOBER
Octavo mes
NOVEMBER
Noveno mes
DECEMBER
Décimo mes
-
- - - - - -
IANUARIUS
En honor del dios Jano
FEBRUARIUS
Por "februa", fiestas de purificación de final de año.
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Nota:
A partir del año 153 a.C. los dos últimos meses pasaron a ser los primeros.
Con ello los meses que tienen nombres numerales ya no se corresponderán con
su número de orden.
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2.- Días y
horas:
Los
DÍAS comenzaban a la salida del sol y, hasta que éste se ponía, contaban doce
partes u HORAS, numeradas por ordinales. Por ejemplo: "hora prima"
(primera), a la salida del sol; "h. tertia" (tercera), hacia media
mañana; "sexta" - de donde nuestra "siesta" -, mediodía;
"nona", media tarde.
La
NOCHE comenzaba a la puesta del sol - al final de la "hora duodecima"
del día - y se dividía en cuatro turnos de guardia o "vigilias", de
unas tres horas cada una. Terminaba la IV vigilia a la salida del sol, comienzo
del nuevo día.
Como
los días y las noches tienen diferente duración según la época del año, ni la
medida de las horas era igual un día que otro, ni las horas del día duraban lo
mismo que las de la noche (sólo en los "equinoccios" <
"aequi-noctium").
Pero
en principio los romanos no daban demasiada importancia a la duración exacta de
las horas. No estaban, como nosotros, pendientes del momento; les solían bastar
indicaciones generales como:
-"mane":
salida del sol; primeras horas de la mañana
-"ante
meridiem": la mañana
-"de
meridie": la tarde
-"suprema":
final de la tarde; hacia la puesta del sol.
No
obstante también se utilizaron relojes en Roma. El primer reloj solar con hora
propiamente romana se construyó en el año 164 a.C. El reloj de agua se
introdujo a finales de la República.
3.- Otros
elementos:
Similar
a la distribución de los meses era considerado el paso del Sol frente a las
constelaciones del ZODÍACO, muy estudiado en la antigüedad. También se
utilizaban ya la ESTACIONES del año. Sus nombres latinos eran: "Ver"
(prima-ver-a), "Aestas" (de donde "estío"),
"Autumnus" (otoño), "Hiems" (invierno viene de la palabra
latina "hibernum").
La SEMANA ("septimana") de siete
días es de procedencia oriental. Los romanos no la usaron hasta época del
Imperio. En época anterior pudieron tener una consideración similar a la semana
las "nundinae", mercado que se celebraba cada nueve (ocho) días.
LOS
DÍAS DE LA SEMANA
LUNAE
DIES: Día de la Luna
MARTIS
DIES: Día de Marte
MERCURII
DIES: Día de Mercurio
IOVIS
DIES: Día de Jove (Júpiter)
VENERIS
DIES: Día de Venus
SATURNI
DIES: Día de Saturno
SOLIS
DIES: Día del Sol
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Nuestros
"SÁBADO" y "DOMINGO" derivan sus nombres de:
-SABBATUM:
del hebreo "sabbath" (descanso)
-DOMINICUS
(o DOMINICA) DIES: Día del Señor (de origen cristiano)
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Los
años no se numeraban, como nosotros hacemos, sino que se los designaba por los
nombres de los que ese año detentaban la autoridad política. Así, en la época
de la República cada año llevaba el nombre de los dos cónsules y en la época
imperial solía ser el nombre del emperador y el número de veces que había
ostentado determinados cargos. No obstante también podemos encontrar
referencias numéricas de años, relacionados con la fundación de Roma (AB VRBE
CONDITA), que se supone ocurrió hacia el año 753 antes de nuestra Era. Esta
referencia podría considerarse como la "ERA ROMANA".