lunes, 9 de junio de 2014

JAIME MORA RUS CULTURA CLÁSICA 3 EVALUACIÓN

Ordenes arquitectónicas griegas




LA CULTURA: Ya hemos dicho que durante el Siglo de Pericles se produjo un gran desarrollo cultural en Atenas y en general en toda la Hélade, que puede apreciarse a través de las distintas manifestaciones de las artes, las letras y las ciencias. Pocas veces en la historia de la humanidad, tuvo lugar en el lapso de un siglo, un movimiento cultural de tan vastas proyecciones, y de consecuencias tan profundas y perdurables.   

LAS ARTES: En el campo de las artes, a los griegos se les debe, ante todo humanización de la concepción y luego el maravilloso sentido de armonía y de la proporción, como no se encuentra en otro pueblo alguno de la antigüedad.

Si bien tomaron elementos de las civilizaciones orientales que lo precedieron, mal podría decirse que fueron meros imitadores, porque en toda su obra se pone en evidencia un espíritu creativo.

En arquitectura, las principales manifestaciones las encontramos en la Acrópolis de Atenas que, en su conjunto, constituye hoy un inmenso museo arquitectónico. Entre ellas se destacan: el Partenón, erigido los arquitectos Ictino y Calícrates, en el año 432 a.C., al cual ya hemos hecho referencia, dedicado a la diosa Atenea, que es la obra hermosa que se conserva de la antigüedad; el Erecteón, dedicado héroe mitológico Erecteo, cuyo pórtico está adornado con seis columnas en forma de estatuas de doncellas, las cariátides. En estas construcciones no emplearon el arco ni la bóveda, sino exclusivamente líneas rectas, que le dan un tono de estricta sobriedad al conjunto.




Vista Actual del Acrópolis
El conjunto arquitectónico más notable de la Grecia antigua está en la Acrópolis, o fortaleza de Atenas, dentro de cuyo recinto amurallado se hallan notables templos y edificios.

En el siglo V a.C. se construyeron en Atenas algunos de los más finos ejemplos de la arquitectura griega clásica. El desarrollo de la arquitectura ateniense fue estimulado por el ambicioso programa de reconstrucción financiado por el tesoro de la Liga Delia y se instituyó casi medio siglo después de que los persas destruyeran Atenas en las guerras persas. Se erigieron nuevos edificios en el ágora, pero tuvo especial importancia una serie de construcciones que comenzaron en la Acrópolis, en el año 448 a. de C., una monumental puerta de entrada, un templo dedicado a Atenea Niké (dadora de la victoria) y el Erecteo, (imagen abajo) un templo de múltiples niveles. Estos templos se construyeron en honor a los dioses y héroes que protegían Atenas.

La edificación más importante, considerada como el más grande ejemplo de los templos griegos clásicos, fue el Partenón, construido entre los años 447 y 432 a. de C. Los maestros constructores lctino y Calícrates dirigieron la construcción de este templo, el cual se consagró a Atenas, la diosa patrona de la ciudad. El Partenón tipifica los principios de la arquitectura clásica: la búsqueda de la armonía, a claridad y la liberación de lo superfluo. Las partes individuales del templo se construyeron de acuerdo con ciertas proporciones matemáticas que igualmente se encuentran en determinados fenómenos naturales. La preocupación de los arquitectos por las leyes de la proporción se asemeja al intento de los filósofos griegos por comprender las leyes de la naturaleza.









LOS ESTILOS ARQUITECTÓNICOS GRIEGOS:
La bóveda y el arco fueron una invención asiática. Grecia no conoció ni una ni otro, a pesar de lo cual supo construir utilizando en sus edificios únicamente líneas rectas. A lo largo de la historia de Grecia se manifiestan tres órdenes o estilos arquitectónicos: dórico, jónico y corintio, denominados así por las comarcas griegas donde se desarrollaron (Doria, las islas Jónicas y Corinto).

Los griegos de Asia modificaron el estilo dórico y crearon el jónico, más refinado y esbelto. La columna descansa en un basamento, y así como la dórica es más ancha por la parte inferior que por el capitel, la jónica es sensiblemente igual, la desproporción casi no es perceptible. Aparece el capitel formado por dos volutas o espirales.

Cuando los romanos invadieron Grecia se extendió otro nuevo estilo llamado corintio. Los capiteles de este orden son una mezcla del paralelepípedo dórico, las volutas jónicas y numerosas hojas de acanto que dieron lugar a capiteles más altos que anchos y ricamente adornados. En algunas ocasiones las columnas fueron sustituidas por estatuas y originaron las cariátides.

Por lo tanto para la construcción de los edificios, los griegos utilizaban tres tipos de columnas, correspondientes a estilos diferentes, cuyas características fueron las siguientes:

a) Dórico: Las columnas carecen de base, el fuste es acanalado y se ensancha en su parte media; y el capitel está compuesto de una moldura redonda sobre la cual se encuentra un tablero cuadrado.

b) Jónico: Las columnas son más delgadas y más altas, con base, fuste acanalado y capitel en forma de espiral con dos volutas que se enroscan hacia abajo.

c) Corintio: Las columnas también tienen base y fuste estriado, con capitel en forma de hojas de acanto estilizadas.

En escultura los griegos fueron admirables por la refinada representación de la figura humana, resultante de un prolijo estudio de la anatomía. Además se destaca la notable captación del movimiento. Las estatuas fueron primero talladas en madera, luego ejecutadas en bronce y por último esculpidas en mármol.

Entre los principales escultores merecen citarse: Mirón, inolvidable creador del Discóbolo; Fidias, considerado el más importante, que fue autor de la estatua de Atenea, ya mencionada, del friso del Partenón y de la figura de Zeus en el bosque sagrado de Efis; y Policleto, recordado por la perfección alcanzada en las proporciones, de la que son una muestra las estatuas de la Amazona y el Doríforo.

En cuanto a la pintura son escasos los testimonios que se conservan, aun cuando existen precisas referencias de las ejecutadas en los templos de Atenas y Platea.

Se recuerdan los nombres de pintores como Polignoto, Zeuxis y Parnesio.

En cambio, son numerosos los restos de cerámica, en forma de magníficas ánforas y vasos modelados con arcilla y decorados con escenas de la vida cotidiana y de la mitología. Se destaca en ellos la sobriedad en el dibujo y el buen gusto en el color.

                                                                                            
Ordenes arquitectónicas romanas
Arquitectura en la antigua Roma
Si hay algo por lo que se caracterizaron los romanos es por haber sido excelentes constructores. Sus grandes monumentos, acueductos, estadios, caminos y demás son una prueba clara de ellos. Basicamente la arquitectura romana se caracterizaba por lo siguiente:
  • Es grandiosa y sólida y tiende al colosalismo.
  • Utiliza los arcos y las bóvedas como base de su sistema de construcción; posterga las cubiertas planas, en uso entre los griegos.
  • Emplea el mortero y el ladrillo.
  • Inventa gran variedad de plantas para sus edificios.
  • En las grandes fachadas superpone los diversos órdenes.
  • En los muros abundan las ventanas.
  • Los recintos son grandes (gracias a las bóvedas de aristas y de cañón).
  • Es un arte completamente utilitario y práctico.


Elementos constructivos

Los Órdenes
Son los mismos del arte griego, ligeramente modificados bajo las influencias combinadas del arte etrusco, y su propio temperamento. Ambas influencias han dado lugar a los órdenes propiamente romano: el toscano, el jónico y el compuesto. El orden toscano o etrusco, es una derivación del dórico.

• Su columna tiene una base sencilla; el fuste no es estriado sino liso; el capitel es más alto que en el dórico; tiene astrágalo. Su equino recibe frecuentemente una decoración y su ábaco es moldurado.

• El entablamento suele ser muy sencillo.

• El orden jónico romano solo se diferencia del griego en un pormenor de su capitel: la curva que en el griego reúne las volutas, es una recta en el romano.

• Pero el orden preferido por los romanos fue el corintio, el cual desarrollaron sustituyendo las hojas de acanto por las de otras plantas y las volutas de ángulo por cabezas de carnero o del caballo Pegaso.

• El orden compuesto es típicamente romano y es el más suntuoso.

• Su capitel es una mezcla del jónico (volutas) y del corintio (hojas de acanto) reunidos.

• Las volutas se proyectan más hacia afuera, siguiendo las diagonales del ábaco; las hojas de de acanto son más vistosas y esbeltas.

• El fuste es estriado. El arquitrabe está dividido en tres bandas y adornado con grecas (adorno formado por una faja más o menos ancha en que se repite la misma combinación de elementos decorativos), guirnaldas, volutas, arabescos florales y otros motivos abstractos.
















LOS ÓRDENES DEL ARTE ROMANO.


La Bóveda

Las bóvedas y las cúpulas, a veces artesonadas (Termas, Panteón) constituyen la principal innovación de los romanos.

El arco y la bóveda los heredaron de los etruscos, pero los romanos los llevaron a una notable perfección.

Emplearon varias clases de bóvedas:

A) Bóveda de medio cañón. Era la más usada para cubrir plantas rectangulares.

B) Bóvedas de aristas. Está formada por dos bóvedas de cañón que se cruzan entre si perpendicularmente: se emplea para cubrir habitaciones cuadradas.

C) Bóveda en cúpula o semiesférica. La emplearon en las construcciones circulares. Suele apoyarse sobre un muro cilíndrico.

D) Bóveda en semicúpula o ábside. La emplearon en los nichos.










Bóveda de medio cañón.






 







Bóveda de aristas.











Bóveda en cúpula o semiesférica.
















Bóveda en semicúpula o ábside.



El Arco

El Arco fue el elemento más usado. Lo emplearon para coronar o cerrar las puertas y ventanas, en vez del dintel horizontal. El arco se compone de varias piezas talladas (dovelas) que se apoyan entre si. La pieza del centro (clave) completa la curva y con su presión mantiene todas las demás.

Los romanos emplearon varias clases de arco:
  • De medio punto.
  • Escarzano.
  • Rebajado.
  • Dintel adovelado.















Arco de medio punto.










Arco Rebajado.










Arco Escarzano.









Arco Adovelado.



Otros componentes característicos de la arquitectura romana, además de los órdenes y las cubiertas, son:


Las Plantas

Gracias al uso del arco, la bóveda y la cúpula, en combinación con el estilo adintelado y las platabandas ( de inspiración griega ) pudieron dar a las plantas de sus edificios proporciones monumentales. De ahí el aspecto inmenso y enérgico de la arquitectura romana.




Los Muros

Al principio usaron los muros de sillares monumentales, sin mortero. Luego introdujeron el uso del hormigón.

Las Aberturas

El uso de las diferentes clases de arco, dio pie a las puertas adinteladas o de arco semicircular.

Las Columnas

Se emplearon en combinación con arcos y machones.

A veces, adosadas contra los muros, hacen oficio de contrafuertes.

Los romanos, cuando se veían precisados a construir galerías superpuestas cubiertas por bóvedas, a fin de ganar altura; superponían los diferentes órdenes en la fachada externa. Así puede apreciarse en el exterior del Coliseo de Roma.


-SUS MANIFESTACIONES

Más emprendedor, más activo, más utilitarista que el pueblo griego, su arquitectura abarcará un campo bastante más amplio.

Llenará con sus manifestaciones todo su inmenso imperio, extendiéndose a muchas actividades, religiosas unas, utilitarias otras, y no pocas tan sólo tienden a satisfacer su afán de placer o de gloria.


Arquitectura religiosa


Los Templos

Al igual que en el estilo griego, son generalmente de planta rectangular, pero más reducidos. Bastantes pormenores los diferencian.

El estilobato está reemplazado por un podio o pared que levanta el templo a mayor altura. Una escalinata permite el acceso y da un aspecto peculiar a la fachada.

Las columnas griegas del tipo períptero se transforman en pilastras empotradas en el muro; su función es meramente decorativa. ( Maison Carrée- Nimes, Francia).








Maison Carrée- Nimes, Francia.







Ventanas laterales dan luz a la cella.

El techo tiene mayor inclinación. En consecuencia el frontón de la fachada toma mayor altura, perdiendo así las proporciones tan delicadas del templo griego.

No faltan graciosos templetes del tipo monóptero. (Templete de Vesta- Roma).













Templete de Vesta, Roma.



El Panteón de Agripa es un ejemplar extraordinario que merece una mención especial.

Su planta es un círculo de 40 metros de diámetro interior sin ninguna abertura excepto la puerta de entrada.











Panteón de Agripa, Roma.


Las paredes miden 8 metros de espesor, lo que ha permitido abrir en su interior nichos muy decorativos sin miedo a disminuir la resistencia necesaria para soportar el enorme peso de la cúpula.

Esta constituye un triunfo de la ingeniería. Es una semiesfera de 40 metros de diámetro. Su estabilidad se ha conseguido merced al estudiado reparto de su espesor, conforme con los principios de estabilidad de arcos y bóvedas.

La clave central ha sido ingeniosamente sustituida por una corona formando un lucernario, única abertura por donde pueden entrar el aire, la luz y la lluvia.

Si bien el ingeniero logró un verdadero acierto, no así el artista que diseñó su fachada. Este es un ejemplo típico del empleo ilógico de los elementos decorativos griegos; como sucede con el frontón, si utilidad ninguna ni en relación con la masa de la bóveda.













Arquitectura civil

La Basílica

La Basílica Romana es una amplia construcción rectangular cuyo fondo -cabecera circular- (ábside o tribuna) está reservado para el tribunal y separado del patio público por una balaustrada. El interior se dividía en tres partes, mediante dos filas de columnas: una central más ancha, y dos laterales, estrechas.

Estaba destinada a transacciones comerciales, administración de justicia o cualquier otra actuación de la vida civil.
Su fachada se constituirá con fragmentos de fachada griega yuxtapuestos con gusto, pero sin lógica, o modificados típicamente por la introducción del arco a fin de salvar los vanos.










 Arquitectura de diversión

Los Teatros

Siguen el plan griego pero con ligeras modificaciones:

La Orchestra romana no se utiliza para el coro y los actores; viene a ser una especie de patio de butacas para los asistentes distinguidos. Es menor que la griega y queda reducida a un semicírculo.

La Scena es más grande; se eleva y se adorna. En ella representan los actores ante un fondo fijo. Tal vez sea ésta la modificación más notable. Lo constituye un alto muro plantado detrás del escenario, ornamentado con esculturas, columnas y frescos alusivos, que hace el oficio de telón de fondo.

Para recoger y ampliar la voz de los actores algunas veces el muro de fondo suele presentarse hundido en forma de concha. La gran diferencia entre el teatro griego y el romano estriba en el modo de emplazarlo. Los griegos aprovechan las laderas de las colinas.
El arquitecto romano no se preocupa tanto por el terreno ni sus declives; el teatro es un edificio urbano, por eso prescinde de las vistas del mar o del llano.

Los romanos edifican sus teatros en terreno liso y le dan la forma de un edificio semicircular. 







Reconstrucción: Teatro Marcelo, Roma.



Los Anfiteatros

El anfiteatro es una creación netamente romana.

Se destinaban a espectáculos bárbaros; combates de gladiadores, luchas a muerte con fieras y, a veces, simulacros de abordajes y combates navales. El anfiteatro se desarrolla sobre una planta elíptica, completamente rodeada de graderías para los espectadores.

Constaba de las siguientes partes:
  • La arena o patio central donde se desarrollaban los juegos y contiendas.
  • El podium o parapeto elevado en torno a la arena para impedir cualquier ataque de las fieras. Esta pared solía ser resbaladiza; otras veces estaba precedida por un foso con agua.
  • El cubículum o palco de honor, destinado al emperador y su séquito de nobles.
  • El editoris tribuna, otro palco, frente al anterior, donde se colocaban los cónsules y pretores.
(Ambos palcos se ubicaron en los extremos del eje menor de la elipse).

El interior del enorme edificio estaba cruzado por galerías, bóvedas, pasadizos y escalinatas. Bajo la arena estaban las dependencias subterráneas: trampas, jaulas y celdas para los gladiadores y fieras.
  • El mayor es el Coliseo de Roma o anfiteatro de Flavio.
  • Lo comenzó Vespasiano en el año 72 d.C. y lo acabó Tito en el año 80.
  • Sus dimensiones, 788 por 156 metros, le hacían capaz para albergar 60,000 personas.

Coliseo de Roma.

El Circo

Se inspiraba en el hipódromo griego. Era de planta rectangular, bastante alargada, con uno de sus extremos semicircular.
En el centro de la pista había un muro longitudinal (la spina) donde se levantaban columnas y estatuas. Su objeto era impedir cualquier fraude durante las carreras de cuadrigas.

Alrededor de la pista estaban las graderías para los espectadores.







Circo romano.





Las Termas

Eran construcciones lujosas, amplias y magníficas, decoradas interiormente con ricos mármoles y pavimentos de mosaicos, de vivos colores con motivos alusivos a la natación. Las bóvedas estaban cubiertas de artísticos artesonados.

El edificio, inmenso y complejo, tenía un recinto exterior y un cuerpo que albergaba los departamentos destinados a los baños calientes, templados y fríos. Existía también el “sudatorium”, dependencia destinada a los baños de vapor.

Tenían también palestras o gimnasios para los ejercicios de cultura física. Y a menudo, una biblioteca, pórticos y galerías donde celebrar reuniones y conversar los intelectuales.

Las más suntuosas en riqueza y dimensiones fueron las de Dioclesiano y Caracalla, en Roma.



Termas de Caracalla en, Roma.


El Foro

Viene a ser como la réplica del ágora griega.

Solía ser una plaza espaciosa, en un lugar céntrico de la ciudad.

En torno a ella se alzaban los principales edificios públicos, lo cual le daba un riquísimo aspecto arquitectónico.
Los romanos eran muy aficionados a las reuniones; el foro era el lugar elegido para ellas. En él se llevaban a cabo los actos importantes de la República, como los comicios. Pero el foro podía ser también mercado, tribuna para los oradores, academia de los filósofos y hasta mentidero público.

La llegada del Imperio marca la época del embellecimiento de Roma. Uno tras otro, los emperadores rivalizan entre sí por dejar una obra artística que ofusque a la de su predecesor.

De este modo, al final del Imperio, Roma contará con numerosos y suntuosos foros. El de Augusto y el de Trajano fueron monumentales.



Foro de Augusto, en Roma. Foro de Trajano, en Roma.

Arquitectura utilitaria


Vías, Puentes, Acueductos. La Casa Romana.

En esta sección entran las vías romanas, los puentes, los acueductos y las mansiones. Las vías o calzadas tenían una parte o zona central, de losas. Se destinaba para los carruajes y las caballerías con cascos herrados. A los lados existían sendos caminos de tierra destinados a las caballerías sin herrar.

Complemento de las vías romanas, verdadera red estratégica y comercial tendida a través de todo el imperio, son los puentes romanos. Estas obras tienen cierta belleza arquitectónica; algunos de ellos todavía subsisten en uso en diferentes partes (Puente Fabricio, en Roma; el de Alcántara, en España).

Abundaron mucho debido a que las calzadas romanas eran predominante de carácter militar y acortaban las distancias por medio de viaductos, puentes y hasta túneles. Algunos fueron de altura y longitud extraordinarias.

Los acueductos son construcciones importantes destinadas a llevar el agua a las ciudades. Según parece, los romanos desconocieron el sistema de las tuberías forzadas. Para la aducción de las aguas usaron canales de suave pendiente (casi horizontales); esto les obligó a construir arcadas, muchas veces superpuestas, para salvar las ondulaciones naturales del terreno.

Estas arcadas o acueductos llaman poderosamente la atención y despiertan la admiración. Su belleza arquitectónica se debe a la repetición rítmica de un elemento sencillo: en este caso el arco. Son famosos los acueductos de Segovia, en España, y del río Gard, en Francia.


Vías romanas. Puente romano.


La Domus Romana, al principio, ofrecía la misma configuración etrusca; luego, bajo la influencia helenística, se va transformando. El núcleo principal lo constituía el atrio o patio cubierto. Tenía una abertura cuadrada en el techo para que entrara la luz y la lluvia. Esta se recogía en un pequeño estanque, el impluvium, colocado en el centro del atrio.

Las demás dependencias, generalmente reducidas y poco iluminadas, estaban alrededor del atrio.El triclinium o comedor solía ser la pieza más importante de la casa. Un pequeño vestíbulo de entrada precedía al atrio. Con el tiempo se fueron introduciendo progresivos cambios en la estructura de la casa romana: más dependencias, un jardín o huerto al fondo y, sobre todo, más lujo y comodidades.

El interior se enriqueció con frescos, mármoles y vistosísimos artesonados. El atrio solía adornarse con columnas y bustos de los antepasados colocados sobre artísticos pedestales.




La Casa Romana






Arquitectura conmemorativa

Columnas - Arcos del Triunfo

Los romanos fueron un pueblo esencialmente militar; tuvieron, por tanto, la obsesión glorificadora de los triunfos de sus generales y de sus ejércitos. A están mentalidad obedecen los trofeos, las columnas conmemorativas y los arcos de triunfo. Los arcos triunfales eran monumentos conmemorativos de alguna victoria militar o en honor del César, u otro personaje importante.

Generalmente se levantaban en alguna vía pública. Sus cuatro caras - frente y costados - estaban concebidas a manera de fachadas, profusamente adornadas con medallones, estatuas y bajorrelieves. En la parte superior del entablamento o ático solían llevar una inscripción que relataba el hecho que motivó su erección.
Los que más abundaron fueron los arcos de tres huecos o portadas; el central suele ser siempre mayor.

Los hay también, pero son muy raros, de cuatro arcos. Los de dos huecos, también poco numerosos, solían estar adosados a las paredes o murallas. Para celebrar la toma de Jerusalén, el año 70 d.C. se erigió el Arco de Tito, frente, al Coliseo. Otro arco notable es el de Constantino, que conmemora su victoria sobre Majencio. A pesar de su profusa decoración tiene muy poco valor artístico, pues pertenece a la época de decadencia.


Arco de Tito. Roma, Italia.








Arquitectura fúnebre

Sepulcros - Columbarios – Mausoleos

El Pueblo Romano se preocupó grandemente por honrar a sus muertos. La arquitectura mortuoria está representada por los columbarios, los sepulcros y los mausoleos. En todas estas construcciones dominó el gusto personal. Las tumbas primitivas fueron simples fosas rectangulares; las usaba la gente sencilla. Los pudientes y acomodados se edificaban, al modo etrusco, criptas e hipogeos.

Cuando la incineración de los cadáveres se volvió una práctica corriente comenzaron a construirse los columbarios. Son cámaras que presentan el aspecto de un palomar debido a los nichos que hay en sus paredes. En esos nichos, encerradas en urnas de piedra, mármol o cerámica, se depositan las cenizas del difunto. El sepulcro es una construcción sencilla que suele levantarse sobre el suelo.

Cuando se vuelve de grandes proporciones y de aspecto suntuoso se le llama mausoleo, como son: La Moles Adriani (actualmente Castillo de Sant´Angelo), el Mausoleo de C. Julius, en Provenza, la pirámide de Cayo y el sepulcro de Cecilia Metella, en Roma.

Las grandes tumbas comenzaron a construirse en tiempos del emperador Augusto











Órdenes arquitectónicos griegos

Tres órdenes arquitectónicos griegos son: dórico, jónico y corintio. En cuanto a orden entendemos a este como aquel edificio compuesto por tres tipos de elementos: pedestal, columna y entablamento. Los órdenes dórico y jónico aparecen al mismo tiempo en el comienzo de la arquitectura griega mientras que el corintio es una evolución tardía del orden jónico.
Orden dórico:
Es el más sobrio en cuanto a formas y proporciones. Su decoración se caracteriza por preservar la mayor austeridad posible. Suele estar asociado a divinidades masculinas.
El pedestal está formado por una grada de tres escalones, los dos inferiores se denominan estereóbatos y el superior estilóbato. No tiene basa. Tiene de 16 a 20 estrías longitudinales conocidas que son aristas vivas. Tiene un ensanchamiento en su centro, conocido como éntasis.

El capitel consta de collarino de un núcleo principal en forma de plato 
conocido como equino y un prisma cuadrangular llamado ábaco. En el ábaco descansan las piezas horizontales del entablamento constituido por tres partes: arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe dórico es como una gran viga recostada sobre las columnas, carece de decoración. En el friso sí existe decoración donde se alternan los triglifos y las metopas. La cornisa sobresale del friso y está decorado con mútulos.
Orden jónico:
Su origen se encuentra en las riberas de los ríos de Asia Menor. Suele estar asociado a lo femenino, por tanto, se emplea en los templos de las diosas. El pedestal es igual que el del dórico. La columna arranca de una basa formada por una escocia y dos toros. La columna tiene entre 20 y 24 acanaladuras verticales separadas por superficies planas; carece de éntasis. El capitel se culmina con un ábaco. El arquitrabe se constituye con tres bandas horizontales. El friso es una viga que se encuentra decorada con relieves, mientras que la cornisa está ornamentada en su parte inferior con dentículos.
Orden corintio:
Tiene las mismas características que el orden jónico, sin embargo su capitel se encuentra decorado con hojas de acanto, y su friso puede estar decorado o no.









La columna dórica solía ser más robusta que la columna jónica y corintia. La corintia estaba más decorada que los otros dos tipos de columnas y la jónica era la más simple de todas ellas.











Origen del cristianismo
El cristianismo surgió del judaísmo, por ello es que se hace necesario escudriñar en el mundo político-religioso judío con el fin de encontrar los comienzos del cristianismo.
En tiempos helénicos, el pueblo judío había disfrutado de considerable independencia, bajo los gobernantes seleúcidas. El contacto de los romanos con los judíos comenzó en el año 63 a. de C. y, alrededor del año 6 de nuestra era, Judea se convirtió en una provincia puesta bajo el mando de un procurador romano. Sin embargo, continuó la intranquilidad, aumentada por las divisiones entre los mismos judíos.
Los saduceos pugnaban por una fidelidad rígida a la ley hebrea, rechazaban toda posibilidad de inmortalidad personal y estaban a favor de la cooperación con los romanos. Los fariseos seguían rigurosamente el rito judío y, aunque deseaban liberar a Judea del control romano, no apoyaban los medios violentos para alcanzar esta meta. Los esenios eran una secta judía que vivía en comunidad religiosa cerca del mar Muerto.
El cristianismo surgió del judaísmo, por ello es que se hace necesario escudriñar en el mundo político-religioso judío con el fin de encontrar los comienzos del cristianismo.
En tiempos helénicos, el pueblo judío había disfrutado de considerable independencia, bajo los gobernantes seleúcidas. El contacto de los romanos con los judíos comenzó en el año 63 a. de C. y, alrededor del año 6 de nuestra era, Judea se convirtió en una provincia puesta bajo el mando de un procurador romano. Sin embargo, continuó la intranquilidad, aumentada por las divisiones entre los mismos judíos.
Los saduceos pugnaban por una fidelidad rígida a la ley hebrea, rechazaban toda posibilidad de inmortalidad personal y estaban a favor de la cooperación con los romanos. Los fariseos seguían rigurosamente el rito judío y, aunque deseaban liberar a Judea del control romano, no apoyaban los medios violentos para alcanzar esta meta. Los esenios eran una secta judía que vivía en comunidad religiosa cerca del mar Muerto.
Tal y como se revela en los pergaminos del mar Muerto —una colección de documentos descubiertos en 1947—los esenios, al igual que otros judíos, esperaban un Mesías que salvaría a Israel de la opresión, anunciaría el reino de Dios y establecería el verdadero paraíso en la Tierra.
Un cuarto grupo, los zelotes, eran extremistas militantes que propugnaban el derrocamiento violento de la dominación romana. Una revuelta judía en el año 66 de nuestra era fue sofocada por los romanos tras cuatro años. El Templo de Jerusalén fue destruido y el poder romano se impuso una vez más de manera absoluta en Judea.
El Calendario Gregoriano es el calendario más popular, la mayor parte del mundo usa este calendario para la medición del tiempo. Su origen es europeo, adquiere su nombre del Papa Gregorio XIII, y desde que oficializó su instauración sustituyó el hasta aquel entonces, el calendario utilizado comúnmente: el calendario juliano.
Gracias a los matemáticos y estudiosos de la Universidad de Salamanca, el Papa Gregorio XIII accedió a la reforma del calendario, llevándose el mérito nombrándolo con su propio nombre.
Cada vez que se produce un cambio en la medición del tiempo, aparecen datos curiosos.
El cambio del calendario juliano al gregoriano supuso la desaparición de 10 días. El calendario juliano se usó por última vez el 4 de octubre de 1582. El siguiente día fue automáticamente ya 15 de octubre, ya que se regía según el calendario gregoriano.

El calendario gregoriano ajusta este desfase cambiando la regla general del bisiesto cada cuatro años, y hace que se exceptúen los años múltiplos de 100, excepción que a su vez tenía otra excepción, la de los años múltiplos de 400, que sí eran bisiestos. La nueva norma de los años bisiestos se formuló del siguiente modo: la duración básica del año es de 365 días; pero serán bisiestos (es decir tendrán 366 días) aquellos años cuyas dos últimas cifras son divisibles por 4, exceptuando los múltiplos de 100 (1700, 1800, 1900..., que no serán bisiestos), de los que se exceptúan a su vez aquellos que también sean divisibles por 400 (1600, 2000, 2400..., que serán bisiestos). El calendario gregoriano ajusta a 365,2425 días la duración del año, lo que deja una diferencia de 0,000300926 días al año de error, es decir, adelanta cerca de 1/2 minuto cada año (aprox. 26 s c/año), lo que significa que se requiere el ajuste de un día cada 3300 años. Esta diferencia procede del hecho de que la traslación de la Tierra alrededor del Sol no coincide con una cantidad exacta de días de rotación de la Tierra alrededor de su eje. Cuando el centro de la Tierra ha recorrido una vuelta completa en torno al Sol y ha regresado a la misma «posición relativa» en que se encontraba el año anterior, se han completado 365 días y un poco menos de un cuarto de día (0,242189074 para ser más exactos). Para hacer coincidir el año con un número entero de días se requieren ajustes periódicos cada cierta cantidad de años.

El Calendario Juliano es el calendario que se vino utilizando en los países europeos y en las colonias hasta la aparición del Calendario Gregoriano en 1582. Implantado por el papa Gregorio XIII, de ahí su nombre, fue adoptado por todos los países católicos casi de inmediato.
El Calendario Juliano utilizaba el movimiento del sol para la medición del tiempo. Julio César, hacia el 46a.c., implantó el nuevo calendario como calendario oficial. Se estandarizó su uso en todos los países hasta que fue sustituido por el calendario gregoriano en 1582. El nuevo calendario fue adoptado rápidamente por todos los países, especialmente los católicos. Sin embargo, otros países continuaron rigiéndose por el juliano, como Rusia, que utilizó el calendario juliano hasta 1918.

El año 153 a. C. se toma como inicio del año el 1 de enero, en lugar del tradicional 1 de marzo, para poder planear las campañas del año con tiempo debido a las Guerras Celtibéricas que se estaban desarrollando en la Península Ibérica y los problemas que estaba causando la conquista y asedio de Numancia.
Cesar mantiene ese principio de año e implanta el nuevo calendario, que consta de 365 días divididos en 12 meses, excepto los años bisiestos que tienen 366 días, y añaden un día adicional al mes de febrero. El calendario juliano cuenta como bisiestos uno de cada cuatro años, incluso los seculares. Con este calendario se comete un error de 3 días cada 400 años. Además renombró el mes de Quintil, como Julius (Julio), en su honor.
La manera de contar los días siguió la tradición romana hasta que los visigodos introdujeron la costumbre de numerar los días, que no sería oficial hasta que la adoptó Carlomagno. No obstante, hasta bien entrada la Edad Moderna, la manera de referirse a un día concreto era aludiendo al santo que se conmemoraba. Así, por ejemplo, era muy común encontrar expresiones como «llegamos el día de san Froilán».





Tragedia: La tragedia es protagonizada por personajes de la nobleza que sufren fuertes conflicto entre ellos. El protagonista representa el ideal del comportamiento, en pocas palabras es el ejemplo a seguir para la sociedad. El se enfrenta al antagonista que genera el conflicto, que siempre terminará en muerte o sufrimiento para el protagonista.
Comedia: La comedia es protagonizada por personajes comunes que luchan contra las situaciones cotidianas, su objetivo es hacer reír al público haciendo mención de las debilidades humanas burlándose de ellas. El personaje suele ser un arquetipo, (el enamorado, mentiroso, charlatán,).


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